18 ene 2010

Personajes Folclóricos



En el Arca de Noé…

Tenía yo unos 7 u 8 años, allá en Buenaventura….Recuerdo que corríamos por “el sótano” de aquella casa grande que llamaban el Arca de Noé…Por qué el arca de Noé?, esa es otra historia y bien larga!!! El hecho, y para no irnos por otros derroteros, fué que de repente alguien gritó, "cuidado con la Tunda…"La Tunda! Solo fué decir ese nombre y todos “pa’rriba’. Claro, la casa era de varios pisos, dos por un lado y tres por el otro (detalle arquitectónico causó gran impresión en una arquitecta francesa que un día llegó por esos lados).
El asunto es que la Tunda fué el personaje que de niño siempre rondó mis noches. Siempre estuvo allí, detrás de las sombras, cuando se iba la luz o cuando llovía. En aquel entonces las luces de la ciudad no eran muy luminosas y producían sombras y formas que daban rienda suelta a nuestra imaginación. Por otra parte, las azoteas y los patios eran terreno propicio para nuestros escondites y correrías. Podíamos saltar de un lado a otro sin que nadie nos molestara, pero eso si, nadie se salvaba de los madrazos de la Tía Petronila... En fin, las sombras y la oscuridad se prestaban para que la Tunda se nos apareciera por cualquier lado y sobre todo a partir de las ocho de la noche…Y si alguien gritaba: “La Tunda” ...pues a perderse todo el mundo…!!!. Este es el personaje que les quiero presentar. Ya que hace parte de nuestro folclor y de nuestra imaginación.

La Tunda:

Para la gente de la costa pacífica colombiana la Tunda, es una mujer que nació del amancebamiento del diablo con una bellísima mujer negra de la cual se enamoró en una noche de currulao. La Tunda tiene un pie humano y otro en forma de molinillo, el cual esconde hábilmente cuando se encuentra con alguien. La única manera de reconocerla es descubriéndole su pata de molinillo.

La Tunda se le aparece a los niños solitarios en forma de mamá o de un pariente cercano, o de una mujer muy bonita. Pero también de cuando en cuando se le puede presentar a las personas adultas solitarias. Esto ocurre más que todo en el campo. La persona “entundada” es llamada por la Tunda por su nombre, y poco a poco, paso a paso se la va llevando a la selva hasta que la “entunda” definitivamente. Pero hay maneras de “desentundarlo”; En las noches de luna llena se rezan oraciones, se hacen conjuros se toca el bombo, el cununo, la marimba y el guazá, y “a punta de currulao” y biche la persona regresa.
En el Pacífico se cree que la Tunda hace perder a los caminantes que pasean por la orilla del mar. Cuentan que en la playa de Bocagrande se perdieron unos turistas y nunca más regresaron.
Por:Otto Palma Peña
Recopilación: “Mitos,Leyendas y Relatos Colombianos” Javier Campo López